Cada uno de mis alumnos tienen dones que Dios le ha dado y a medida que va pasando el tiempo ellos lo van perfeccionando. Algunos prefieren la parte artística como el dibujo o la pintura;
otros la música tocando algún intrumento como el violín, el xilófono, el órgano, la guitarra o la flauta.
Pero esto no es todo, también tenemos en nuestro salón grandes bailarinas de nuestro folklore peruano
y grandes actrices mostrando gran seguridad en el escenario.
Dentro de ellos hay un gran potencial que hay que seguir mejorando cada día más.
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